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Ya hacia bastante tiempo que no sentía la necesidad de plasmar mis pensamientos y sensaciones en un trozo de pantalla en blanco, como bien decía en el ultimo escrito, había comenzado el principio del fin de mi historia fugaz con Rubén, aún no entiendo que pasión se adueñó de mí para caer tan rendida entre sus brazos, aunque sinceramente, sin querer ser hipócrita, el sueño de amor donde me sumergió, la fantasía de saberme amada como tanto había deseado hizo que le correspondiera sin meditar. Por supuesto el efecto efervescente duro lo que dura la reacción de un refresco de carbono en un vaso...instantes, en un momento toda esa magnalidad , esa grandilocuencia en la expresión de sus sentimientos hacia mi se convirtieron en antónimo de su veneración. Con el propósito de animarle, de ser morada de sus angustias ,mostrarle mis sentimientos y mi incipiente ansiedad por el periodo largo de tiempo que hacía que no me elevaba ante su presencia, el echarle de menos hicieron que me mostrara más afectiva de lo que él necesitaba. Respondiéndome de un modo frío , impersonal como si fuera una extraña, como si su mente no hubiera registrado cada “te amo” cada beso, cada estremecimiento de mi piel, como si mi voz le sonara desconocida y cargante. Dolorida y herida en mi amor propio, decidí romper bruscamente el vínculo...
La misma convicción que me empujo a sumergirme entre las depresiones de su piel fue el impulso que hizo llenarme de los restos de autoestima y dignidad que me quedaban Dejé que todo ese torrente de emoción explotara como una marea inundando cada recuerdo, cada instante de los momentos disfrutados y los ahogara uno a uno. Con el mantra de no consentir jamás que nadie ,bajo ningún concepto me hiciera sentir ridícula por expresar mis sentimientos más sinceros y mucho menos un ser que pocos días antes había permitido que mi imagen se reflejara en el brillo de sus ojos y en el calor de su cuerpo. Me abandone en el desconsuelo, con la certeza que aunque ahora toque sentirse abatida, mañana sonreiré con fuerza y fue así como le dije adiós.
